Recientemente, organicé esta página para expresarme y compartir con la gente que quiero lo que pienso y lo que importa en mi vida. Hay veces en las cuales nos expresamos vagamente y dejamos la impresión incorrecta. Al parecer, les he dado a entender que me siento sola y hasta un poco acorralada por las presiones del ambiente mundano y secular que intenta obligarnos a meternos en moldes que no nos corresponden.
NO, no piensen que estoy cediendo a toda esa marañada de ideas sin escrúpulos. Sé donde estoy parada y en quién tengo mi fe. Toda la vida he crecido en la iglesia, formándome emocional y espiritualmente en un mundo de firmeza de carácter y de convicción. Claro, es difícil mantener un balance entre dos mundos que son tan diferentes ("dentro" y "fuera" de la iglesia). Pero para los que somos creyentes verdaderos y seguros de la salvación que Dios nos ha dado, no es difícil ver los límites que hay entre estos dos mundos. Es decir, cuando llegan las pruebas, podemos discernir con certeza lo bueno de lo malo, lo puro de lo inpuro, la honesto de todo aquello que es nebuloso y de incierto parecer.
Es verdad que fallaremos, soy la primera en admitirlo, pero dentro de los 'superhipermega' privilegios que tenemos, está el arrepentiemiento, seguido SIEMPRE por la redención. Osea que no importan cuántas veces fallamos, siempre tendremos perdón (pero tampoco es una licencia para hacer y deshacer a nuestro antojo, ¿oyeron?). Si aceptamos que fallamos y reconocemos nuestras flaquezas, podemos cambiar y convertirnos en seres humanos extraordinarios que hacemos de un día normal, una experiencia intensa y significante. Aquí tenemos prueba:
"Este es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad. Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de TODO pecado. Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad."
--I Juan 1:5-9 (Santa Biblia, NVI)
Un gran amigo me dijo (en buen español boricua) cuando vio esta página: "Me sacaste el mostro, mija... No seas tan anormal... Sabes que yo pienso? Yo pienso que tu eres una de las personas más bellas que yo conozco" -- Gracias, Rickín. Aunque la verdad es que no escribí "Dependiendo de donde miras..." para provocar lastima o expresar la soledad que pueda sentir. Por supuesto que hay momentos de soledad y desconcierto, pero no es eso lo que domina mis días. Por naturaleza bohemia (heredada de mi padre) y elocuencia poética y astuta (heredada de mi madre), me encanta cavilar en mis pensamientos (aveces demasiado), escribirlos y compartirlos, en canción, en cartas, y ahora por aquí, el famoso BLOG - que por cierto es una sola página, provista gratuitamente el cuál muchos debemos aprovechar de manera positiva.
No deseo utilizar esto como un método para conocer extraños, aunque Dios tiene un plan para todo (He's funny like that), sino para compartir con aquellos que ya han dejado huellas en mi vida (mis padres, mi hermano, mis tías, mis mejores amigas, los chicos de DÈXIOS, mis amigos y compañeros cómplices de largas noches de reuniones para revolucionar la juventud de nuestra generación dentro y fuera de la iglesia, y todos ustedes que saben que significan un mundo entero para mí). Este es nuestro espacio, no solo mío, para dar apoyo y leer comentarios curiosos, para entender y ser entendida.
¡Que nunca caiga la fe!
(Gracias, mami, por tu "feedback")
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