Regreso a este lugar que ha sido mi refugio en el pasado. Vuelvo a plasmar algunas palabras al azar para compartir mi búsqueda de sobresalir como ser humano, como mujer.
No puedo pretender saber cómo me definen otros o a través de qué lente me observan. Deseo sólo simentar lo que creo y mi intención existencial. Paso el tiempo intentando cosas, ideas locas, pensamientos al azar con el plan de llegar a mi destino, pero no parezco atinarle a nada. Soy como chorros aleatorios de aguas que caen imprevisiblemente donde nadie los puede sentir. Y simplemente quiero ser una fuerza imparable que transforma palpablemente todo lo que toca.
Recuerdo un comentario reciente de una motivadora que decía lo siguiente: "Mira tus manos, observa la punta de cada uno de tus dedos. Recuerda que tus huellas son únicas y las dejarás marcadas en TODO lo que tocas, inevitablemente." En el intento de alentarnos a aventurar en la vida, Margaret Feinberg nos alertó de este inevitable detalle que solemos olvidar. No importa si queremos o no dejar nuestras huellas, ellas quedarán marcadas al paso en que caminas.
Entonces, ¿qué deseo? ¿Cobardemente aclimatarme a mi condición actual, conformándome a una vida banal? O, ¿con cada cosa que hago, cada palabra que digo, cada nota que canto dejar huellas que transciendan y cambien vidas, incluyendo la mía? Creo que escojo ser poeta y un poco de profeta...
