Ahora, al punto. Razones por las cuales estoy aquí:
- Acostumbrarme a escuchar la voz de Dios en el silencio
- Acompañar a mi vecina, María - quien se ha convertido en mi madre brasilera - durante una de las crisis más difíciles de su vida
- Conocer a mi hermana brasilera, Hélyda y ser parte de su gran jornada como mujer adulta a la hora de independizarse, sin olvidar que es mi compañera de piso y le ha dado fin a mi soledad temporera
- Aprender a adorar a Dios sin reservas en otro idioma a través de oración, canción y palabra
Por ahora y simplemente: «¡Estoy aquí, Señor!»
Beijão... Tchau, gente!
Una Boricua en Brasil